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MICRORRELATOS DE AMOR

SOLEDAD

Me levanto rodeada de ti

me embriago con tu amargo aroma,

me ahogas, no respiro.

 

Busco a mi alrededor 

mis ojos inocentes

no dibujan nada más que a ti

sólo me rodeas tú.

 

Intento alejarme

de tu incesante abrazo

incansable compañera.

T IEMPO, EL DISFRAZ DE UN ADIÓS

T IEMPO, EL DISFRAZ DE UN ADIÓS

Ha llegado el día, me he llevado mis cosas del hogar qué
 muchos días compartimos, mientras las lágrimas me traicionan
 me das un abrazo con sabor a amistad.
Me pides tiempo, cuándo los dos sabemos que la palabra
tiempo significa adiós.
Necesito escuchar de tus labios la palabra adiós,
sin disfraces,
quizá duela más en el momento pero, no dilata el dolor en el tiempo.
Tiempo que no es adiós, sino dolor.
Adiós que no quiero que disfraces de tiempo

UNA MIRADA AJENA

UNA MIRADA AJENA

 

Solía llegar con tiempo, me gustaba aparcar tranquilamente y buscar un bar cerca del trabajo, pedir un café con leche e imaginar la vida de los demás dibujando sus viajes creados por mi mente en un blanco papel.

Me emocionaba con historias que surgían de mi imaginación al observar la vida  pasando a mi alrededor.

Siempre la misma muchacha, cada mañana llegaba tarde y pedía un café para llevar… Aquel jubilado con su café y su libro qué me entusiasmaba mirar…Los acelerados pasos de la gente que veía pasar por aquel hueco de la ventana junto a la que me solía sentar…

Era entonces cuando mi imaginación se disparaba,… aquel chico es nuevo por aquí, es la primera vez que lo veo, con un traje arrugado su maletín y una tristeza difícil de ocultar, pues lo delatan las tristes facies mostradas por su rostro. Empiezo a imaginar su vida inventando un guión cómo si de una película se tratase…

Me pierdo en mis historias, me emocionan, las necesito, quizá dibujo vidas ajenas para olvidar la mía, y no logro entender porqué sin darme cuenta aparezco en aquel bar en mis días de fiesta.

Sin querer me implico en algunas de esas vidas ajenas, la chica que siempre llega tarde o aquel jubilado qué solía leer un libro en aquella mesa del rincón ocupan especialmente mi atención.

Recuerdo que me emocioné una de esas mañanas cuando apareció aquel jubilado acompañado de una mujer, se mostraba diferente, parecía alegre, feliz… me llamó sobretodo la atención qué ni si quera abrió su querido libro, imaginé que lo llevaba como escudo. Imagino que es un nuevo amor y dibujo su historia a mi antojo, quizá me equivoque y sea su mujer con la que lleve casado 30 ó 40 años, y otros tantos de novio, qué sé yo.

Recuerdo un día gris, llovía y el tráfico me había robado parte de mi tiempo, me tomé el café sin poder sacar mi bolígrafo y el cuaderno.

Aquel día no pude ver a mi entrañable jubilado, pensé que se debía a mi retraso, pero ni al día siguiente ni al otro, durante semanas no lo volví a ver.

Después de varios meses, en una silla, tras varias mesas pude ver a aquella mujer qué lo acompañaba la última vez que lo vi, ocupaba su mesa, llevaba un libro en la mano que pude reconocer, el mismo que leía él, me acordé con lágrimas en mis ojos de quién durante tiempo regaló a mis escritos una bella sonrisa que aún no he logrado describir.

Volví a imaginar la vida de los demás, pero su ausencia no me dejaba pensar. Lo maté tras cuatro líneas escritas con mi viejo bolígrafo.

Al ir a pagar mi café, pude escuchar con claridad como el camarero le daba el pésame a aquella mujer.

Aquel hombre jubilado al que me emocionaba observar había muerto y alrededor nada parecía diferente, la gente seguía pasando con prisa por la calle, sin observar los detalles regalados en cada paso…

BELLAS MARIPOSAS

BELLAS MARIPOSAS

 

Siento el aleteo de caducas mariposas en cada una de tus caricias,

mi deseo de atraparlas plasmando su imagen tras un cristal,

se desvanece cuando me regalan,

 insinuando suavemente su presencia al acercarse a mis oidos 

 caricias que yo misma envío a mis mejillas

con la lluvia de mis ojos,

y...

dejo que viajen deseando que su último aleteo sea para mi.

COMPAÑEROS DE VIAJE

COMPAÑEROS DE VIAJE

 

 

 

Recuerdo tu entrada en mi vida, fue tan injusta para mí, aceptar a ese viajero  sentado a mi lado, durante unos de los viajes más amargos de mi vida.

 

Cuando, ni siquiera, toleraba a mis compañeros de viaje, ese viaje al que llaman vida, al qué yo también llamé vida alguna vez.

 

Recuerdo el amargo sabor que dejabas en mi mente, en mi cuerpo, las lágrimas derramadas vestidas de soledad, disfrazadas de tolerancia.

 

 Llorando en soledad

 ¿No, he pagado ya el suficiente precio en esta vida,... en este viaje?

 

Y, sorprendentemente tú me das la respuesta, regalándome tu dulce sonrisa y… la de mi padre, la que eres capaz de arrancar con tu ternura

 

Que suerte que hayas subido en nuestro vagón ¿qué mejor compañera de viaje que tú?

Gracias, por tu agradable compañía.

Dedicado a M.J. desde el corazón con todo mi cariño y agradecimiento.

Laura Mantas

 

 

 

 

 

 

 

concurso ec : UNA ESTRELLA

Veo la luna, la brisa de la noche me acaricia, siento calma, sencillamente calma.

Las estrellas acompañan pacientes a la luna, aceptando su papel, su papel secundario de no ser únicas, de no ser las protagonisats de una simple historia de amor, ni de una dulce noche; de no atraer la mirada de todos o ni siquiera de unos pocos.

Aceptando que no todas las noches brillaran y que algún dia, quizá sólo algún dia, una de ellas pueda ser admirada como la más hermosa, sabiendo que es un simple sueño que muy pocas alcanzarán.

Así es como somos todos, estrellas que con suerte algún dia harán ver a alguien la noche más hermosa y un brillo en nosotros aún en sus dias más oscuros, y otras con menos suerte viviremos en la sombra hasta que nuestra luz se apague, porque nadie vea nuestra luz aunque pudiesemos comprar los rayos del sol e iluminar el mundo entero.

Tened suerte y que alguien os vea brillar y haga que nunca se apague vuestra luz, la mia hace tiempo se apagó.

FIN DE AÑO

Se acerca fin de año, ese día que es capaz en un solo minuto de alejarnos del dolor, cerrar heridas, aunque sólo sea por un minuto, pero lo consigue.

 

 Con esas doce campanadas que son capaces de embrujarnos, esas doce campanadas que silencian la vida por un momento.

 

Esperando ansiosos cómo si de una primera cita se tratase, hacemos un pequeño repaso del año, en un solo rato,

Y pedimos que el próximo nos vaya mejor.

 

Cambiamos de año, pero también de día, aunque ni lo apreciemos, no quiero quitar la magia de esa noche tan entrañable, que también es capaz de unir.

 

De hacer perdonar, emocionar…, solamente cierro los ojos y pienso que este año no haré el repaso de mi vida mientras espero ansiosa.

 

Creo que lo haré todos los días al escuchar las campanadas de la iglesia a media noche

 Y, disfrutaré de los pequeños regalos de la vida,

 

Que no recordamos en fin de año, y són los que realmente nos hacen felices en la vida, aunque sólo sea un momento,

Y el próximo año podré decir qué pese a todo

 

Ha sido un año feliz

ABUELA

ABUELA

Acabo de hablar con ella, que lejos está y cuanta falta me hace, han tenido que suceder muchas cosas para que me diese cuenta. Sabía que la quería, pero nunca llegué a imaginar que me hiciera tanta falta.

 Hace poco menos de un mes que fui a visitarla y ya la hecho de menos, se ha convertido en mi amiga, mi confidente, mi apoyo, mi gran tesoro.

Hoy hablando con ella saltaban las lágrimas de mis ojos, me acariciaban las mejillas con melancolía, con añoranza, tristeza y alegría.

Mi abuela, con 88 años y una fuerza indescriptible y a la vez una persona admirable, con templanza, sabiduría y con ganas de vivir, de luchar por los que quedamos aquí, sana, fuerte… pero sabiendo que a su edad es fácil cruzar la barrera de la vida y llegar hasta el destino de todo ser humano, la muerte, aceptando su destino sin querer dejar cabos sueltos, cosas por decir …

 No quiero que se vaya y hoy le he dicho sabiendo que me iba a entender que me espere, que espere por lo menos hasta mi último viaje hacia allí, como yo también lo esperaré aunque el destino se quiera interponer y nos prive de los abrazos que tanto ansiamos, ella, por saber que los necesito y yo por quererlos, necesitarlos, ansiarlos y tener miedo a perderlos.

Quiero guardar tus abrazos abuela, para poder acariciarlos cada vez que me hagan falta, ojalá estando tú, y si algún día faltas poder sacar cada día uno de ellos sin gastarlos jamás

Te quiero abuela.

 

 

 

concurso ec: la primera vez

Sentí algo especial la primera vez que te ví, no eras de por aquí, un pueblo en el que casi todos nos conocemos, sentí tal frialda en tu mirada y tus gestos, que me hicieron pensar que tras esa coraza se escondia algo infinítamente dulce.

Me aferré a la idea de verte feo, simplemente porque tuve miedo al pensar que podría llegar a sentir algo por ti.

Nos fuimos encontrando en varias ocasiones, enteblamos una pequeña relación y surgió, tras varias ocasiones, no pude frenar las ganas de acariciar tus labios y me demostraste sentir lo mismo.

Unos besos simplemente, pero no quería dejar de rozar tus labios, esos que daban la ternura que solamente había sentido una vez.

No quería separarme de ti porque sabía lo que podía ocurrir, te pido demasiado, lo sé, pero no puedo dejar de sentir que me falta el aire si no te veo, que junto a ti veo el sol en la noche, que sin ti las calles están vacías.

Sólo puedo pedirte que no me prives de tu presencia ni de tu voz.

Gracias por hacer que vuelva a creer en el amor.

concurso ec: una estrella

V eo la luna, la brisa de la noche me acaricia, siento calma, sencillamente calma.

Las estrellas acompañan pacientes a la luna, aceptando su papel, su papel secundario de no ser únicas, de no ser las protagonisats de una simple historia de amor, ni de una dulce noche; de no atraer la mirada de todos o ni siquiera de unos pocos.

Aceptando que no todas las noches brillaran y que algún dia, quizá sólo algún dia, una de ellas pueda ser admirada como la más hermosa, sabiendo que es un simple sueño que muy pocas alcanzarán.

Así es como somos todos, estrellas que con suerte algún dia harán ver a alguien la noche más hermosa y un brillo en nosotros aún en sus dias más oscuros, y otras con menos suerte viviremos en la sombra hasta que nuestra luz se apague, porque nadie vea nuestra luz aunque pudiesemos comprar los rayos del sol e iluminar el mundo entero.

Tened suerte y que alguien os vea brillar y haga que nunca se apague vuestra luz, la mia hace tiempo se apagó.
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concurso ec: GRACIAS

Mi camino por la vida, hace tiempo que dejó de ser aquel paseo por la playa con el agua del mar acariciando mis pies y uer la brisa, que acariciaba ,mi piel mientras los colores, creados por el atardecer, hacían brillar mi rostro.

Empecé, a vida como un camino estrecho lleno de ramas, zarzas y piedras, un camino oscuro que a veces no deseaba seguir.

No hace mucho, tú, papá fuiste tú,... empezaste a limpiar ese camino hasta hacerlo de nuevo dulce y agradable. No te ha importado arañarte, tropezar, caer o morir en el camino y sólo por mi, por tu hija.

Que bonitos tus gestos, tus enfados, tus riñas, tus perdones, cuanto amor por mi.

Gracias por todo, gracias por tus besos, tus abrazos, tus sonrisas, tus miradas, gracias por tu compañia.

Gracias por salvar nuesdtra familia, tù y yo, lo único que nos queda.

Te quiero papá, perdóname por todo el daño que te he hecho, sólo espero que el tiempo que nos quede por vivir siga como ahora.

Gracias papá, gracias por hacerme feliz.

TE QUIERO

A MIS DOS ANGELES

 

¿ quién dice que los ángeles

no se ven ?

 

 

Los ángeles se ven y

se tocan, se escuchan, ríen y lloran

con  nosotros

 

Los ángeles también tropiezan

se equivocan

También sufren y se levantan al caer        

 

Están a nuestro lado y no los solemos

saber, buscamos

más allá sin ver lo que tenemos delante

 

Yo conozco a dos ángeles

a los que dejo estas rosas que no se han

marchitado

han acompañado a vuestras fotos las y

habéis cautivado.

 

Ellas ya saben contestar

Los ángeles exsisten

CONOCER LA NOCHE

 

LA LUNA

 

vi. la luna aparecer tímida entre las nubes, mientras el sol le cedía su lugar perdiendo fuerza lentamente.

Me asusté, traté de protegerme bajo alguna sombra, me asusté aún más al no encontrar ninguna.

Cerré los ojos y corrí hacia casa bajo la oscuridad, alejándome de mi abuela, mis ojos se llenaron de lágrimas creyendo que la muerte se había llevado la luz.

Abrí la puerta de casa y todo seguía igual, nadie parecía asustado, triste, ni siquiera sorprendido,……… y, me vieron llorar.

No dije nada, me fui a dormir asustada y enfadada con mi familia.

Aquella noche no dormí, creía que si lo hacía, la luna o la noche que se yo, me podrían matar.

Caí rendida a alguna hora de la madrugada y cuando desperté, el sol estaba brillando con la misma fuerza que otros días.

Salí corriendo de la cama y pregunté, y feliz, pero, algo avergonzada conocí la noche y empecé a enamorarme de la noche, la luna y las estrellas.

 

 Por: Laura Mantas

 

confianza

Si pudiese mostrar mi alma ante ti, te aseguro que lo haría mi amor, sin dudar ni un instante, para alejar de ti las dudas que se anidaron hace tiempo en tu alma. Sé que es arraigo del pasado e incerteza hacia el futuro y que yo no puedo borrar ese dolor que llevas tatuado en tu piel.

Quisiera ser, tu único recuerdo, tu primer amor…, tus alas, para llevarme lejos de aquí los oscuros pensamientos que de repente me privan de tu sonrisa, de tu dulce y alegre mirada, y me intentan sobornar con la imagen de un David de foto de carné, al que no conozco ni amo.

Pero, que difícil verdad, alejarse de las dudas, olvidarse de los miedos…, pero dime amor, dime cuando podré arazarte sin que las dudas frenen tus caricias, y sentir ya lejos de ti el dolor del pasado, ver tus ojos brillando reflejados en el cálido azul del cielo y tu sonrisa en cada despertar que me quede por vivir.

Texto protegido y entregado a abogado y notario.